Vivimos en una realidad social caracterizada por el continuo cambio, organizada en sistemas plurales y globalizados, con nuevas exigencias laborales, claves culturales y modos de convivencia diversificados. Lo normal es la diversidad. La realidad es una materialización de las expectativas creadas entre, por y para todos y todas. Una realidad abierta, plural, flexible, acogedora,inclusiva. En nuestra tradición cultural, el respeto y el derecho de las libertades individuales deben conciliarse con el cuidado y el provecho del bien común. Esta sociedad, para mantener su nivel de desenvolvimiento y funcionar de forma eficaz, demanda de la ciudadanía una implicación a favor de una tarea colectiva: el bienestar de todos y todas.
El Colegio Andersen no puede permanecer alejado de estos nuevos contextos y tiene la obligación de responder con principios de actuación que incentiven y pongan en valor los objetivos que consideramos, desde nuestra fundación, irrenunciables en la enseñanza: la equidad, la igualdad de oportunidades y la formación educativa de calidad.
Los elementos que dan sentido a nuestro trabajo son la enseñanza para la vida, para la convivencia en sociedad, la enseñanza de valores, la enseñanza democrática e inclusiva, y la enseñanza en el respeto al medio ambiente y a los hábitos de vida saludables. El Colegio Andersen procura una educación integral y afectiva, potenciando entre su alumnado el esfuerzo y el trabajo, tanto individual como colectivo, además de una:
El Colegio Andersen procura una educación integral y afectiva, potenciando entre su alumnado el esfuerzo y el trabajo, tanto individual como colectivo.